Ubicación tranquila en el centro de jackson.

He pasado 5 noches en este hotel y me ha encantado todo. Una ubicación tranquila y cómoda por el precio que se paga, a pocos pasos del río. Además, estaba en el centro de jackson.

La habitación doble tenía todas las comodidades necesarias. Su ubicación no podía ser más muy cómoda en el centro de jackson. Teníamos prisa, por eso definitivamente volveríamos.

Una ubicación tranquila y muy cómoda, en el centro de jackson.

El Acea do Búbal Hostal es un antiguo molino bellamente restaurado en un entorno precioso. La habitación era acogedora, con una decoración de madera estilo casa de campo y una encantadora viga de madera. La ubicación junto al río, con su agradable ruido, era simplemente espectacular. Era muy agradable tomar el desayuno en el balcón y luego nadar en el río Miño y Sil. Un agradecimiento especial a Aron por su alegría y amabilidad.

El colchón no era muy cómodo y las camas de muelles se sentían un poco antiguas. Las almohadas estaban un poco flojas y la habitación tenía mucha humedad debido a la proximidad del río.

El hotel está ubicado en un paraje tranquilo y pintoresco, rodeado de naturaleza. Las habitaciones son amplias y confortables, con una sensación de estar suspendidas sobre el río. Además, el desayuno es sencillo pero suficiente para comenzar el día. Los propietarios son excelentes anfitriones, siempre dispuestos a ayudar y brindar una experiencia agradable. Por si fuera poco, se puede disfrutar de deliciosos platos típicos, como los chorizos gallegos a la sidra, que son una verdadera delicia para el paladar.

Aunque el hotel cuenta con estacionamiento, puede resultar complicado acceder directamente al mismo debido a la ubicación en una zona rural.

la estancia en acea do bubal fue simplemente increíble. el lugar es hermoso, junto al río, con instalaciones amplias y una habitación impecable. el personal, especialmente Ramón, fue encantador y las comidas preparadas por él fueron deliciosas. sin duda, espero regresar pronto a este paraíso.

falta de iluminación en las habitaciones. la luz natural es limitada debido a las pequeñas ventanas y la iluminación artificial es escasa.

Hermosa casa antigua con espacios bonitos. Terrazas maravillosas al río. Cena exquisita. Trato inmejorable. Cocina súper rica. Recomendaciones de lujo. Calidad precio excepcional. Ubicación genial en la ribera sacra.

No hay nada que no me haya gustado.

Me encantó mi estancia en este hotel. Los mejores aspectos fueron: la limpieza impecable de las habitaciones y las instalaciones del hotel, la comodidad del estacionamiento, la ubicación conveniente, el delicioso desayuno y la amabilidad del personal.

Nada que pueda disgustar.

La habitación era amplia y bonita, y me hubiera encantado quedarme más tiempo. Además, el comedor y la terraza con vistas al río y al pueblo de enfrente eran espectaculares. El personal fue excepcionalmente amable y atento, e incluso me prepararon una deliciosa cena a pesar de lo tarde que era. Recomiendo este lugar a todo el mundo y definitivamente volveré en el futuro.

Habitación grande y cómoda. Desayuno y cena muy buenos. Personal amable y hospitalario. Entorno bonito para explorar los cañones del Sil y del Miño.

Na.

Experiencia increíble en un lugar histórico y bien conservado. Ubicación perfecta cerca de ríos tranquilos. Atención amable y cercana. Volvería sin dudarlo.

El hotel Acea do Búbal es un lugar encantador para disfrutar de tranquilidad y naturaleza. Pasé unos días maravillosos en este acogedor hotel situado junto al río. Las habitaciones son correctas y limpias, con espacio más que suficiente. El propietario es una persona increíblemente amable y siempre dispuesto a satisfacer cualquier necesidad. Gracias a sus recomendaciones, descubrimos varios lugares interesantes en los alrededores. Por la noche, disfrutamos de una cena deliciosa en la terraza junto al río, todo a precios razonables. Sin duda, recomendaría este lugar. Todo fue perfecto.

100% Recomendable.

Nos encantó este hotel rural. El entorno es espectacular, con el río justo al lado. Pudimos dormir con la ventana abierta y escuchar el relajante sonido del agua. El personal era muy amable y atento, y nos trataron como si fuéramos de la familia. Aunque teníamos restricciones alimentarias, estaban dispuestos a prepararnos una deliciosa tortilla adaptada a nuestras necesidades. El hotel nos permitió desconectar del ruido y el estrés de la ciudad, y pudimos disfrutar de la tranquilidad. Además, había dos zonas de aparcamiento cercanas y el hotel estaba a pocos minutos a pie. nos gustó la ubicación, ya que pudimos visitar diferentes lugares interesantes en menos de una hora en coche.

Para mí, nada.